|
En los últimos años hemos sido testigos del incremento de desapariciones de personas, que incluye civiles y servidores públicos particularmente adscritos a las áreas de Seguridad Pública y Vialidad en el estado de Jalisco. Los medios de comunicación han denunciado con oportunidad esta circunstancia, cuyo extremo dramático es que la suerte de las personas desaparecidas, en la mayoría de las ocasiones nunca llega a esclarecerse. Sus familias en muchos casos jamás llegan a saber qué les sucedió y con independencia de ello, quedan en un estado de vulnerabilidad importante.
El fenómeno de la desaparición forzada de personas no es nuevo en nuestro país. En la década de los años setenta se incrementó de forma significativa la referencia de personas “desaparecidas”, principalmente en los estados del sur de la república. Familiares y amigos de las víctimas en esos años aún desconocen su paradero y hoy reclaman justicia. Recientemente, a pesar del esfuerzo mundial para erradicar este tipo de prácticas y de los documentos nacionales e internacionales que se han creado, en México siguen presentándose casos de desapariciones de personas. Las principales causas de ello apuntan a la lucha contra el narcotráfico y al crimen organizado. |
|
La migración es un concepto bastante permeado dentro de la cosmovisión de México, y en especial de los jaliscienses. Datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y como resultado del último censo realizado en 2010, Jalisco es la segunda entidad federativa con mayor población migrante, ya que “el 33 por ciento de los migrantes sale de cuatro estados: Guanajuato (10.8 por ciento); Jalisco (7.7 por ciento); Michoacán (7.7 por ciento); y Estado de México (6.8 por ciento)”. Asimismo, y mediante un ejercicio de consulta que se puede realizar fácilmente con quienes tenemos contacto cotidiano en nuestra comunidad o centro de trabajo, si les preguntamos si cuentan con algún familiar que viva en Estados Unidos de América (EUA), podríamos afirmar que la gran mayoría contestaría afirmativamente. El Consejo Estatal de Población (Coepo) en sus investigaciones recientes ha definido que en “el caso específico de Jalisco la cifra de emigrantes internacionales para 2012 se ubica[ba] en 38 mil 082 personas [… y] se espera que para 2030 Jalisco llegue a la cifra de 51 mil 829 personas”.
Nuestra comunidad percibe la migración como algo natural y necesario, ya que muchas familias fundamentan su economía familiar en las remesas enviadas desde EUA como fuente de divisas3 y como elemento para mejorar su condición y calidad de vida. Sin embargo, este beneficio no sólo se reduce al número de familias que lo recibe directamente, sino que abarca a la comunidad entera y no sólo en la cuestión material, sino en la proporción de servicios y auxilio mutuo hacia los connacionales que emigran hacia EUA. Reflejo de ello son las asociaciones de jaliscienses registradas en al menos 12 estados del país vecino dedicadas a brindar apoyo a paisanos de 50 municipios, entre los que se encuentran Guadalajara, Arandas, Tizapán, Autlán de Navarro, Zapopan, La Barca y Tepatitlán. |